Juguemos a quién es quién. Producción Agro-ecológico y Producción Orgánica
Juguemos a quién es quién
Producción Agro-ecológica & Producción Orgánica
Por: Carolina Sigstad.
Ante la abrumadora oferta de alimentos bajo esta definición, aclaramos qué significa cada uno para que vayas con las ideas claras al supermercado.
Conceptos que posiblemente pensamos que abarcan y significan lo mismo. Aquí te aclaramos las diferencias y similitudes
¿Qué es la agro-ecología? La Agroecología incorpora un enfoque de la agricultura ligado al medio ambiente y más sensible socialmente; centrado no sólo en la producción sino también en la sostenibilidad ecológica del sistema de producción.
Para la agroecología su objeto de estudio es el —o agroecosistema—el cual incluye componentes físicos y sociales, unidos o relacionados de manera tal que forman una unidad, un todo cuyo objetivo básico no es otro que la producción de alimentos de manera sustentable. Esta visión interesa especialmente a la creciente agricultura orgánica, convirtiéndose así la Agroecología en el referente de quienes practican ese modo de producir alimentos.
¿Es lo mismo que orgánico? Es importante destacar, que ambas agriculturas tienen un fin común, pero conceptualmente son diferentes, por los requisitos exigidos en cada una.
En principio, tanto la producción orgánica como la agroecológica plantean una producción limpia de sustancias químicas y el uso responsable de los recursos del ambiente. En este punto la gran diferencia radica en las garantías que se tienen de esos procesos. La producción orgánica cuenta con procesos de certificación -nacionales e internacionales- que permiten garantizar la Calidad Orgánica de un producto, verificando el cumplimiento de la Norma de Producción Orgánica que corresponda, según el mercado destino de dicho producto.
Básicamente para el que vende es una herramienta de mercado. Para el que compra es una garantía de confianza.
Los requisitos para la producción orgánica son diversos y están relacionados con el período de transición de la finca (es decir: el tiempo mínimo, que suele ser de 3 años, en que la quinta debe limpiarse para empezar a considerarse orgánica); la selección de semillas y materiales vegetales; el método de mejoramiento de las plantas; el mantenimiento de la fertilidad del suelo empleado y el reciclaje de las materias orgánicas; la conservación del agua y los métodos para el control de plagas, enfermedades y malezas.
La reglamentación y la certificación orgánica hacen hincapié en la seguridad del consumidor y del medio ambiente. Se busca la obtención de un producto química y bacteriológicamente sano –hago la salvedad porque puede entenderse “sano” desde una concepción más integral- que haya sido producido sin afectar al medio ambiente con residuos tóxicos y que no implique riesgos para la salud del consumidor.
La producción orgánica es un modo de producir que busca la preservación del ambiente y el cuidado de la salud del consumidor; puede ser más o menos materialista, más o menos mercantilista, más o menos comunitaria en su mirada.
La agro-ecología es una propuesta metodológica de transformación social, que plantea modos de producción, transformación y consumo que respeten la diversidad natural y social de los ecosistemas locales y aseguren la sustentabilidad. Es siempre solidaria, comunitaria, local, ecosistémica en su mirada. Pero no garantiza realmente su cumplimiento.
Básicamente la producción orgánica ha sistematizado y certificado los procesos técnicos agronómicos que se deben seguir para poder garantizar una producción más ecológica y/o biológica. Sin embargo, no es menor que estos procesos actuales de certificación orgánica suelen ser costosos y complejos de afrontar para productores pequeños.
Hay productos orgánicos pertenecientes a grandes fincas que trabajan en la cadena comercial tradicional sin ningún tipo de consideración o reparo sobre aspectos económicos o sociales. Como los hay que sí (y estos serían orgánicos y agro-ecológicos). Existen también productores que por no haber accedido al proceso de certificación, usan la denominación de “agroecológico” para distinguir sus prácticas de las tradicionales. Y aunque fuera probable que cumplan con las pautas básicas, o incluso todas, lo cierto es que cuando vemos productos “agroecológicos” no podemos tener certeza de que estos sean orgánicos, aunque quizás sean producidos en espacios más amigables con el ambiente, solidarios y cooperativos.
Los productos ECO, BIO, Naturales y Orgánic son cada vez más demandados en el mundo. Pero, entre ellos existen diferencias que serán letra para el siguiente post.
“La sabiduría consiste en saber cuando debe evitarse la perfección estética de los productos, pero no su calidad”.